Sé Friki

viernes, 30 de octubre de 2009

Premeditado


-en fin, ahora si que no te incomodo mas, que vaya todo muy bien, de verdad, que me alegro mucho de haberte conocido.

Desapareció de golpe delante de él, las voces de la película seguían sonando, pero ahora estaba de nuevo solo en su habitación. Perplejo, no sabía si estar triste o no estar. Se levantó de la silla, abrió la ventana y los ruidos de la ciudad entraron a borbotones, como la sangre expulsada de una profunda herida en el abdomen, inundando la habitación, el viento sacudió los papeles.

Se cambió de ropa. Camisa blanca, abrigo, sombreo y un caramelo de menta. Quedó con su amigo de los viernes por la noche en el bar de los últimos 9 meses para emborracharse y contarse las penas, mientras miraban a las chicas guapas pasar por delante de ellos. Un trago, dos tragos, una chica guapa, un moro que te vende cervezas, un trago.

Fue una relación fallida desde la experiencia, se decidió así sobre el papel puesto que no querían repetir los errores de siempre, distancia en este caso. Parecía todo muy premeditado, pero jodía igual.

Enamorarse


"el que a una chavala mona le guste la misma basura friki que a ti no la convierte en tu alma gemela Tom"

500 días juntos

martes, 27 de octubre de 2009

Me la suda si me lees


Ya soy colaborador.

Esto va a ser un poco caótico, ya que cosas que contaría aquí las contaré allí, así que meteos de vez encuando a esa web para leerme si os quereis enterar de todo.

lunes, 19 de octubre de 2009


-o si tú le echaras un par de huevos y la llamaras...

Pero no la llamó. No necesitaba escuchar un no por respuesta. Para empezar no tiene su número, y si lo tuviera lo borraría de la lista. Rompería el móvil a martillazos y se guardaría la rabia y el malestar para si mismo.

El otro día, el jueves creo que fue, pasó por delante suya, o eso creyó ver él, no estaba seguro. Pero ese pelo, esa nuca, esos ojos, esa forma de caminar, tenía que ser ella. Podría haberla llamado, hacer que se girara y lo viera ahí plantado después de tanto tiempo. Hacerle ver que ya no era como lo conocía, que había cambiado. ¿Pero para qué? Si ella se volvía a marchar el naufragaría aun más, se perdería mas en el océano. Si ella se quedaba, si ella volvía con él, si ella lo volvía a felar... no tendría razón de ser. Era un romántico. Un capullo, también, pero romántico. De esos que no tienen valor para cortarse las venas y por eso dicen hacer arte para ligarse a una chica sin bragas.

De todas formas no hubiera pasado nada. Se habrían saludado y fin de la historia. Ella tiene su vida, y él tiene la suya y de donde no hay no se puede sacar.

martes, 6 de octubre de 2009

Neopreno nuevo


Este fin de semana, o puente, según se mire, me voy de Surf Trip a Sanse, a rumbear olas independentistas y emborracharme en errikotabernas. Siempre a tope. Pero allí, en Sanse, ahora hace frío, y aun mas dentro del agua, así que tenía que comprarme un neopreno para aguantar la baja temperatura del Cantábrico.

He ido a mirar a una tienda que está cerquita de casa, aquí en Valencia, que se llama Fuerza 5. He entrado y he ido directo al dependiente.

-¿Tenéis neoprenos?
-Si, un segundo. Paula, enseña a este chico los neoprenos que yo ahora estoy ocupado.

Paula era una chica morena, un poco mas baja que yo y considerada globalmente se puede decir que estaba buena, aunque no mucho. Siendo realista mas bien era un poco fea, pero a mi eso me daba igual, iba a comprarme un neopreno no a babear encima de una desconocida.

-Mira, tenemos todos estos.
-Puedes enseñarme los de mi talla.
-Si claro, a ver, mira, toma estos 3, pero yo creo que este Alder te va a venir bien y lo tenemos rebajado, es un 4/3.
-Vale, ¿donde están los probadores?
-Mira, están allí.
-Vale, voy a probármelo.

Y me da una palmada en el culo.

Fue raro, y mientras me quitaba la ropa no para de reflexionar sobre que coño acababa de pasar. Que significaba aquello. ¿Quería sexo o solo se estaba riendo de mi? Tenía que irme de esa tienda pronto, mas locas no por favor.

Abro la puerta del probador para mirarme en un espejo, puesto que dentro del probador no había espejo. Y allí estaba Paula esperándome.

-Te sienta genial, como un guante -dice la muy perra mientras se muerde un labio con el canino izquierdo- pero no te has subido la cremallera, ven que te la subo.

Y me vuelve a meter dentro del probador.

-Vamos, quítate eso.
-¿¡Qué qué!?
-Que te lo quites. Vamos a hacerlo.
-¿A, a, a, a que?
-A follar, rápido, estoy súper caliente.
-Que no, oh Dios, no, no, no.
-¿Cómo que no? He visto como me mirabas, se que quieres montártelo conmigo.
-¡Solo quiero un neopreno! ¡¿Qué coño te pasa?!
-¿De verdad no quieres que nos liemos aquí?
-¡Claro que no! ¡Estás loca!
-Bueno -dice la mil veces mal nacida- es que estoy con la regla, ya sabes, y me pongo súper cachonda. Lo siento.

Y se marcha.

Yo me quito el neopreno y me pongo la ropa dispuesto a pagar y largarme de allí cuanto antes. Abro la puerta y las diez personas que habían en la puerta me estaban mirando. Estaban calladas y mirándome. Que puta vergüenza, joder, lo habían escuchado todo. Para colmo entra un tío a la tienda y al ver a todo el mundo callado y mirándome dice a una chica que estaba, en un principio, mirando chanclas.

-Psst, oye, ¿qué pasa?
-Que el chaval ese es un picha floja.