sábado, 27 de junio de 2009
El ninja
Un día te levantas y descubres que tu padre es un gilipollas y tu madre una amargada. Él es un pusilánime que día tras día va a trabajar al mismo sitio que detesta y tiene que soportar y complacer a clientes mongoloides. Su jefe es un tipo mas joven y guapo que él, con proyección de futuro que viste elegantes trajes que conjuntan con la camisa, la corbata e incluso con los calcetines. Tiene una dentadura perfecta. Lo odia, pero le sonríe y asiente con falsa sonrisa aun cuando éste lo trata de inepto. Ella es una arpía, un buitre. De joven era una sirena que hechizó a un joven marinero con sus cantos pero que le hizo hundir el barco en un frío mar. Ahora se dedica a torturar a su maltrecha presa, a ponerse uñas postizas, enredarse rulos en el pelo y colocarse algodones entre los dedos de los pies. Siempre está fumando. Ella lo odia a él, y él la odia a ella. Sueñan que se arrancan la vida mutuamente pero no tienen valor para ello. Prefieren odiarse y no soportarse a tener que enfrentarse a la realidad que no es mas que enfrentarse a ellos mismo. Temen descubrir que clase de personas son.
Una mañana te levantas y coges una katana. No lo has pensado mucho pero sabes que es lo correcto. Sabes que no todo el mundo merece vivir. Crees que no todo el mundo merece siquiera nacer. Sus vidas valen menos que el aire que respiran. Ayer viste a un monje quemarse vivo. Hoy verás a tus padres decapitados. Y a tu hermana retrasada también. No tienes nada en contra de los deficientes, solo que sabes que si tus padres mueren ella no tendrá quien la cuide, es mejor que la mates a que viva sufriendo.
El asesino de la katana te llamaron. Dijeron que estabas loco porque una vez jugaste a un videojuego. No comprenden lo que hiciste. No comprenden como libraste al mundo de dos miserables que se envenenaban mutuamente. Sabes que hiciste lo correcto, que si todo el mundo tomara esa clase de determinaciones todo iría mucho mejor. No te quitaste la vida en prisión, no por cobardía, si no porque aun queda mucho que hacer. Harás del mundo un lugar mejor.
Ahora eres un ser de la noche, vistes de negro y un sable es tu arma. Decapitas a los criminales. La gente te teme y te ama. La policía te busca por asesinato y los psiquiatras dicen que eres un psicópata genocida onanista violador de caballos, pero tu sabes la verdad, que eres un instrumento de Dios y que naciste para erradicar la semilla del mal del mundo. También erradicas a los retrasados mentales.
Etiquetas:
Relatos
Casa del alumno
Creo que duermo demasiado.
Despierto y me encuentro en una playa de cielo gris lluvia y un mar verde ribeteado de espuma blanca. Una barca de color rojo envejece lentamente, su pintura se desconcha por la lluvia y el viento, su madera se pudre y sus clavos se oxidan. Agarro un puñado de arena, intento mantenerla, pero se me escurre entre los dedos, fluye hacia el suelo, con el resto de la arena. No es una playa, es un reloj de arena, y la arena cae inexorable por el agujero y yo, inmerso en ese sumidero caigo con ella. El tiempo se me escapa, intento agarrarlo, pero se va. Pasan los minutos, las horas y los días, y no avanzo, me encuentro estancado.
Despierto y me encuentro en la calle, el cielo es azul y los edificios imposiblemente altos. La gente avanza de un lado a otro sin detenerse. Intento moverme pero no puedo, veo mi reflejo en un escaparate de una tienda de electrodomésticos, intento fijarme en los rostros de la gente, pero no entiendo sus reflejos. Todo avanza a una velocidad de vértigo, pero yo sigo quieto, ahí plantado, impasible como el puto árbol de Buda. Ya ni veo a la gente, solo su estela, como cuando mueves algo muy rápido y crees que está en todas partes pero sabes que ya no está ahí. Las luces de los pilotos rojos de las motos son infinitas. Al final no queda nadie, solo yo y esa estúpida tienda de electrodomésticos. Intento gritar pero no puedo.
Duermo. Sueño que me levanto a las seis de la tarde un día cualquiera. La luz se cuela por la persiana y puedo escuchar el ruido de la tele en el salón. Toda la ropa está por el suelo y los apuntes se apilan inconexos y rodeado de un culto de cartones, tabaco y latas de refresco con cafeína se encuentra dios, es decir, un ordenador. Sueño que me preparo algo de comer, que me ducho con agua muy fría y que me marcho, ya de noche a estudiar mientras por la radio una voz dice que algunos estudiantes nos creemos prostitutas, porque trabajamos por las noches, el muy gilipollas también trabaja por la noche.
Me piro a la casa del alumno a ver si aprovecho allí el tiempo. Suerte con vuestros exámenes.
Etiquetas:
exámenes,
Universidad
miércoles, 17 de junio de 2009
Red
Como un cuadro enmarcado con un estampado de flores rosas con fondo verde. Un rojo terroso avanza hacia un azul negruzco, pasando por el amarillo y el azul, pero dejando de lado al verde. Los edificios son cartulinas negras que cuidadosamente recortadas por unas tijeras de punta redonda han sido puestos allí por hormigas, dando la impresión que tras esos edificios de cartón habrá un contrafuerte de madera. Mas allá de ese decorado están los actores y actrices, con sus máscaras y sus disfraces esperando la señal del narrador para comenzar la actuación.
¿Y qué ocurre si no quieres actuar según el guión de la actuación? Que no follas. Es lógico pensar que lo diferente marca, pero hoy en día no existe la diferencia. Aunque te distancies de la gente te darás cuenta de que una legión de gente como tu te rodea, formando un subconjunto dentro del conjunto inicial, y así hasta la última partición, que eres otra vez tu, lo cual me lleva a pensar lo que no se ve al principio pero que es obvio: Todo el mundo es diferente y contradictoriamente todo el mundo también es igual.
Dejando de lado todo lo anterior ahora mismo yace dormida sobre mis sudadas sábanas una joven de nombre que empieza por E, no se su nombre, solo su inicial, creo que me ha dicho que es holandesa, pero a saber, igual es sueca, no se me da bien la geografía y nunca fui bueno con los nombres. Las erasmus borrachas son una bendición. Pero quiero conocer a alguien a quien pueda llamar por su nombre al despertarse.
Buenas noches.
Etiquetas:
Trasnochar,
Universidad
Suscribirse a:
Entradas (Atom)