Sé Friki

martes, 24 de marzo de 2009

Treinta y tantos


Tu madre te odia y tu padre... mejor no hablar de tu padre -se dice Ramón mirándose al espejo- tienes 34 años y aun sigues viviendo aquí.

Ramón ha estado pasando por una mala racha, una mala racha que dura desde que nació. De pequeño Ramón era un ser enfermizo, no es que fuera desagradable para la vista, el tacto y el oído, es que era de salud débil, siempre estaba enfermo y su madre nunca le dejaba hacer nada con los otros niños. Nunca se fue de viaje con el colegio ni salía a jugar al parque, a rasparse las rodillas y a pelearse con los otros niños de esa forma tan patética con la que se zurran los chavales.

El instituto fue como caminar por una carretera que atraviesa un desierto de nombre Soledad. Intentaba hacer autostop levantando el dedo tímidamente, pero nadie paró para ser su amigo. Luego llegó la universidad.

-No puedes estudiar eso -le dijo su padre- ningún hijo mio estudiará eso.
-Pero yo quiero estudiarlo.
-¡He dicho que no y es que no!

Su madre había pasado gran parte de su vida en anular su fuerza de voluntad y a destruir su carácter, fue fácil hacer que estudiara algo que detestaba.

Hace unos meses Ramón estaba a punto de casarse y tomo la única decisión de su vida. Fue una mala decisión, pero al menos era suya. Rompió con la novia dos semanas antes de la boda.

A su madre casi le da un infarto cuando se entera, toda la vida criándolo para que vaya por el camino que una mujer le pinte en el suelo, y va, y en el momento decisivo, toma una decisión por su cuenta, y encima, una mala decisión. Su padre escupió al suelo, lo miró y volvió a escupir. Nunca habló demasiado con su viejo.

Ahora Ramón tiene una pequeña depresión. Tiene un trabajo que detesta, y vive con una familia que detesta. Sus dos hermanos menores ya se han marchado de casa a vivir con sus novias, y el sigue ahí, viviendo ese día a día, cegándose en su madre por haberlo convertido en un inepto de la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al menos no se le ha juntado con la crisis de los 40.

Victor BA dijo...

Buena idea, asi no se perderan para siempre como lagrimas en la lluvia, publica mas!

tu blog gana por momentos

Danono dijo...

Menuda mierdaca.