¿Habeis leido alguna vez algún libro de la Dragonlance? Si es así deberiais de conocer a los kenders, esta peculiar raza de pequeños hombrecillos de locas ideas y vivaces hojos.
Son, sin duda alguna mi raza predilecta.
No os taladraré la cabeza con una introducción a los kenders, pero si os dejaré lo que una vez dijo uno de ellos.
Son, sin duda alguna mi raza predilecta.
No os taladraré la cabeza con una introducción a los kenders, pero si os dejaré lo que una vez dijo uno de ellos.
¿Sabes?- dijo con desacostumbrada triseza-. Una vez pregunté a mi padre porqué los kenders eran pequeños, por qué no eramos grandes como los elfos o los humanos. Yo deseaba fervientemente ser grande... -dijo con voz queda.
- ¿Y qué te dijo tu padre?- Preguntó amablemente Fizban.
- Dijo que los kenders eran pequeños porque estaban destinados a hacer cosas pequeñas. "Si observas atentamente todas las cosas grandes de este mundo", dijo, "verás que, en realidad, están hechas de la union de pequeñas cosas." Ese inmenso dragón de ahí abajo no es más que la suma de diminutas gotas de sangre. Son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia.
- Tu padre es muy sabio.
- Si. -Tas se frotó los ojos-. Hace mucho tiempo que no le veo. -El kender adelantó la barbilla con actitud resuelta. Si su padre lo hubiera visto, no habría reconocido a esa pequeña y decidida persona como hijo suyo.
-Les dejaremos las cosas grandes a los demás -anunció Tas finalmente-. Ellos tienen a Tanis, Sturm y a Goldmoon. Se las arreglarán. Nosotros nos ocuparemos de las pequeñas cosas, aunque parezca que no tienen importancia. Vamos a rescatar a Sestun."
El retorno de los Dragones. Volumen I de las Cronicas de la Dragonlance.
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